2011.

Otro fin de año. Este sin duda ha sido un difícil año aunque como en los anteriores he aprendido algunas cosas nuevas.

Cada vez que acaba un año marcas el final de un capítulo en la historia de tu vida y en él te quedan cosas buenas para recordar, cosas que no son tan buenas y otras que llegan a ser malas de verdad... Este en particular ha sido muy intenso, lleno de experiencias nuevas, gente nueva y gente que ya estaba, el cariño de todas y cada una de esas personas que han pasado por tu vida, el vivir día a día momentos geniales y otros no tan buenos con muchas de ellas y compartir con otro tanto momentos breves pero de un valor incalculable.
Han habido veces también que me era imposible decir lo que sentía, en los que tenía a alguien delante y lo único que pensaba era en un “te quiero” mientras mis labios eran incapaces de articular cualquier palabra y me quedaba clavada en el sitio. Hubo días en los que me levantaba con ganas de sonreír y de ver reír a la gente a mi alrededor, en los que me ponía cantar por las mañanas sin que me importase que a mis vecinos les maravillase mi exquisita voz; días en los que la realidad sólo tenía un punto de vista negativo, en los que las cosas ya no tenían sentido y deseaba borrar instantes, momentos, recuerdos de mi vida, borrar el tiempo y vaciar mi memoria, olvidar y desaparecerme del mundo; otros en los que intentaba buscarle el lado bueno a las cosas y me costaba encontrarlo y por ello tengo que agradecer a muchos de vosotros por este año, por este duro año, por ayudarme a salir adelante, por sacarme sonrisas en los peores momentos, por permitirme una confianza indescriptible, por obligarme a no rendirme, por ayudarme a crecer como persona.
Porque... ¿cuantas veces no habré deseado en este año que el reloj fuese marcha atrás y poder vivir todo de nuevo, de forma más apasionada, recuperar las oportunidades que desperdicié o dejar que el tiempo pusiese las cosas en su lugar... En los que deseé perder completamente la memoria y darle un sentido literal a la frase "comenzar de nuevo"? Pero ahora me doy cuenta de lo equivocada que estaba en esos momentos de flaqueza, ¿cuántas cosas no habría perdido? Perdería esa sensación de felicidad con los pequeños detalles de la vida, la emoción por lo desconocido, la nostalgia de los recueros, el calor de un primer beso y la sensación de que aquel momento fue perfecto. Olvidaría a esos buenos amigos por los que estaría dispuesta a darlo todo ahora, las cartas que me hicieron llorar diciendo las palabras exactas, los abrazos mas cálidos en los que me sentí protegida de cualquier mal, el dolor más desgarrador pero a la vez placentero, el nacimiento del sentimiento más puro que es capaz de generar mi mente... No sería el comienzo de una nueva vida, sino el asesinato de otra llena de demasiados recuerdos...dejaría una vida y un presente que me da muchas oportunidades por soñar con un futuro feliz. No, no podría hacerlo. Ahora lo tengo muy claro.
Puede que a lo largo del camino haya perdido muchas cosas, sueños, amigos, ilusiones, me rompieron el corazón en mil pedazos y supongo que yo también lo rompí, pero nunca dejaré de luchar, porque una vez me enseñaron que en esta vida el que no arriesga no gana y el que no lucha SIEMPRE pierde la batalla, que hay dos cosas que no podemos malgastar: el tiempo y la vida, que la segunda es inevitable y la primera imperdonable. Nunca debo dejar de pelear por mis sueños, porque estos se hagan realidad, que nadie me haga sentir que soy incapaz de lograrlos, nunca es tarde para cumplirlos.
Esta noche, este último día del año me paro a pensar en lo que acaba, recuerdo todos los triunfos que logré y los errores que cometí, las promesas que no cumplí, todos y cada uno de los momentos que viví y como me hicieron crecer como persona, las experiencias nuevas, las veces que decidí no arriesgarme por miedo a salir dañada, las personas en las que confiaba y me fallaron y con las que fui yo quién cometió los fallos, y en esas nuevas personas en las que confío sin pedir nada a cambio y con las que soy feliz sin necesidad de pedir nada más ... Y entonces veo como mi corazón late con renovadas fuerzas, porque en esto consiste el año nuevo, es una nueva oportunidad para perdonar, para arriesgarnos, para llegar más lejos, para ser mejores, para dar más de nosotros mismos, para amar más y con más fuerzas sin pensar en el que dirán, en lo que pueda durar y en el final, de dejar de preocuparnos por el “y si...”, consiste en no pararnos y bajar la velocidad de la carrera pensando en los "contras" y lanzarnos a los brazos de lo que venga pensando en los "pros", en el perdón y en las segundas oportunidades, los nuevos comienzos...

En eso consiste la misma vida, por esos pequeños detalles que te hacen feliz aunque luego vengan golpes muy duros, porque sin esas pequeñas cosas la vida no tiene sentido, si pienso en todo lo malo que vendrá después, en lo que voy a sufrir y peor aún, en que todo lo que aprenda o viva no va a servir para nada al final del juego, que mi nombre no va a ser recordado cuando todo acabe... entonces no tendría sentido alguno por eso, lo importante es vivir lo que tenemos, lo único que tenemos.
Así que acabemos de una este capítulo y empecemos el nuevo con muchas ganas porque quien sabe, igual si que es el último año del mundo así que por si acaso vivamos cada día como si no hubiera mañana... disfrutemos estos nuevos doce meses llenos de sonrisas y momentos intensos, momentos inolvidables.