Lo que quiero

Siempre pensé que sabía lo que quería, que tenía todas las cosas claras, que conocía mis limites, hasta donde podía llegar, los objetivos que me marcaba a mi misma, mis propios pensamientos y creencias... pero cada día me doy cuenta un poco más de que no tengo nada claro ni se lo que quiero.

En todo el tiempo que llevo en este juego que es la vida he aprendido que esta misma dura un momento, un breve instante, que nada es para siempre ni un único pensamiento. Vivimos pensando en el mañana, intentando comprender el ayer, y mientras dejamos escapar el día de hoy, y es que no nos damos cuenta de que lo importante es el presente, que lo pasado ya pasado está, y que lo que va a venir ya vendrá, que todo cambia de la noche a la mañana y no se si es porque en la vida hay que vivir el momento o porque gracias mi forma de ver las cosas me parece que cada día es más distinto al anterior. Si me marco objetivos tengo miedo a no cumplirlos y si no me marco ninguna meta nunca sentiría de la misma forma que una persona que sí se los marca, pero cada día que va pasando tengo menos claro de que el objetivo que me había impuesto sea el que me hará realmente feliz, no se si es porque soy así, si es porque soy idiota o simplemente porque estoy perdida y lo que me pueda pasar me es indiferente... Sinceramente, no lo sé.

Pero si hay algo de lo que puedo decir que estoy segura en este mismo instante, que sí hay una cosa que quiero porque me hace feliz ahora, no me importa lo que venga en el futuro y lo que traiga consigo como pasado... no quiero a alguien que me prometa una vida eterna juntos porque se que es imposible tener algo eterno en algo tan efímero y fugaz pero con que me beses y me digas que te importo mientras me miras a los ojos de esa forma en la que sólo tú me has mirado hasta ahora, con estar a tu lado hoy soy feliz; no necesito que venga nadie a recogerme en un caballo blanco y me lleve a un castillo de ilusiones y fantasías porque caminando a tu lado es el sendero que creo correcto y a donde vayamos... bien, que sea donde el destino quiera; no pretendo que cualquiera me eche polvos mágicos para llevarme a Nunca Jamás o que me de una poción que nos haga pequeños para ir al País de las Maravillas, tan solo con tus polvos ya me haces volar y perder la razón, la cordura y la mente. Yo no pido que un principe azul me traiga el zapatito de cristal que perdí una noche porque con tus zapatos de tela me basta y me sobra; Ahora mismo eres lo que quiero. Porque a tu lado los problemas tienen una solución razonable y lógica, me haces reír y sonreír hasta en los peores momentos, porque contigo hago locuras que sola nunca haría y me inspiras a cometer otras tantas, me enseñas y me guías cuando me siento perdida y no se que hacer, porque haces que el corazón me de un vuelco cuando se acerca la hora de verte y porque me estas haciendo crecer como persona. Porque dije que contigo no me dejaría llevar y ahora ya me he perdido a mi misma...

Y se que no es la primera vez que te lo demuestro ni será la última. Pero hoy estoy dispuesta a abrirte mi corazón, a decirte que te quiero sin inseguridades, sin pensar que es un arrebato, una obsesión o capricho. Porque no hay nada de malo en amar a las personas mientras permanezcan en tu vida. Hoy sé que quiero que formes parte de mi historia, con sus buenos y malos momentos. Sé que quiero ser dueña de tus besos y soñar abrazada a tu cintura mientras estemos juntos. Después de tanto tiempo buscándome a mi misma me he dado cuenta que mi lugar en el mundo es con las personas que quiero y tu eres una de ellas. Me da absolutamente igual. Es más, me atrevería a decir que pasaría mis días en una sencilla casa perdida en el monte si tú quisieras estar conmigo en esa casa, y sí, se lo que me dirás cuando acabes de leer esto, se que suena cursi pero ahora mismo es lo que siento.

Y puede que cuando todo acabe te odie, pero nunca me arrepentiré de lo que he vivido contigo ni tampoco de lo que viviré, porque en este momento eres precisamente lo que deseo.