Podéis quitármelo todo, podéis hacerme sangrar las heridas que llevan abiertas desde hace tiempo y no se curan, podéis echarme ácido y quemarme, podéis quitarme los recuerdos o borrarme de un suspiro de este mundo, podéis decirme las verdades o medias verdades que nunca quise escuchar, podéis quitarme todas las ilusiones o las pocas que me quedan, podéis hacerme tragar litros y litros de alcohol o inyectármelo en vena, podéis hacerme llorar, podéis juzgarme, criticarme, odiarme; podéis desentonar en mi vida.Podéis quitarme las canciones que me hacen llorar y las que me hacen cantar como si no hubiera mañana, la montaña, la playa, las flores, las fotos, el sol, las palabras bonitas, los paisajes, las ciudades, los caprichos, los bares, la risa, los vicios, los domingos por la mañana, las estrellas y la noche, las palabras, los conciertos, las vistas, los sueños, los ideales, los principios y los cumplidos, las aspiraciones y las metas.
Podéis hacerme eso y muchísimo más, que yo siempre tendré algo, un motivo, una razón por la que seguir adelante; aunque muchas veces se me olvida y otras muchas no sepa ni cuál es... pero no podréis hacer que me venga abajo jamás.
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